Eduardo J. Couture.
Montevideo, 1950.
La abogacía representa una de las profesiones más sabias que la humanidad pueda poseer, este texto es un preámbulo sobre el conocimiento y las formalidades que se presentan en esta profesión derivados de la cortesía del deber.
En la actualidad, el arte de la abogacía se ha visto perjudicado por las mismas personas que lo practican, esto en relación a su falta de conocimiento y compromiso con tan bello arte.
En la actualidad el abogado que no estudia, no se prepara y no se actualiza no es un abogado sabio, ya que es necesario tomar en cuenta que nuestras leyes cambian cada día, ya sea a manera de reforma, derogación o inclusive una abrogación, si bien es cierto algunos abogados no conocen o inclusive ignoran estos mandamientos, mientras que otros tal vez los conozcan, pero no los apliquen en su día a día.
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